Martim Gomes

Empecé a jugar al tenis con 7 años, inspirado por mi hermano mayor. En aquel momento ya practicaba fútbol y surf, pero insistí tanto con mi madre que me dejó probar una clase de tenis — y desde ese día no lo he dejado. Me considero un buen jugador porque respeto los principios y las reglas, siempre con fair play. Mi ídolo es Federer y me encantaría algún día ser jugador profesional. En los torneos Vanguard Stars siempre disfruto de un ambiente especial: gran organización, socios increíbles y una energía que impulsa el tenis en Portugal. Mi mayor sueño es ser constructor de casas modernas, tener una familia y seguir divirtiéndome con el tenis de adulto. En mi mundo ideal reinaría la ayuda mutua.